31/12/2014

RESOLVIENDO DUDAS: ¿CÓMO SE FABRICA SILESTONE?

Desde que hace unas semanas os contamos cuáles son las opciones disponibles para la encimera de vuestra cocina, nos han llegado algunas consultas sobre los materiales que os presentábamos. Entre otras, alguna que otra duda sobre el origen y proceso de fabricación de Silestone.

Con la intención de haceros llegar esta información de forma sencilla, nos hemos puesto manos a la obra creando este pequeño artículo en el que intentamos despejar esos interrogantes. Si alguno de vosotros está aún con la resaca de las fiestas o simplemente prefiere el formato audiovisual, al final de este texto puede encontrar el enlace a un vídeo en el que se explica claramente el proceso de fabricación de este material. Para todos los demás, es suficiente con unos minutos y un poco de atención.
En primer lugar, es importante saber cuáles son las materias primas que se utilizan para la producción del Silestone: en más de un 90% se compone de cuarzo, mezclado con aditivos, resinas y materias para la protección antibacterias. Tras la recepción de las materias primas en las instalaciones de Cosentino, empresa fabricante, son sometidas a controles de calidad que garantizan que éstas cumplen los estándares y características requeridos. Si los superan, éstas son almacenadas en los recipientes o contenedores correspondientes, desde donde se trasladan en cintas transportadoras al depósito mezclador. Desde los paneles de control, el sistema de Cosentino indica las proporciones y aditivos necesarios para conseguir la fórmula y parámetros de color precisos para la fabricación de las placas de Silestone.
La masa homogénea que se consigue en el proceso de mezclado se traslada a la línea de prensado. En primer lugar, se distribuye horizontalmente creando placas con las medidas requeridas, para conseguir, con el prensado, uniformidad y consistencia. Hecho esto, se someten a un sistema de aspiración de aire y vibración que garantiza un resultado compacto.
Las tablas se hornean a 100º durante 30 minutos, después de los cuales se secarán de forma natural durante 24 horas.
Tan sólo faltan los detalles finales: el calibrado, a través de un sistema de discos y fresas que permite eliminar las imperfecciones, el marcaje del logotipo de Silestone y el pulido de la superficie para dotarla de brillo.
Tras los últimos controles de calidad, las placas de Silestone ya están listas para su comercialización e instalación en los hogares.
Hay un aspecto importante que es preciso destacar: todo el proceso de fabricación sigue una estricta política de respeto al medioambiente, así como pruebas y exámenes que garantizan la máxima calidad.
La empresa titular de la marca, Cosentino, ha elaborado un vídeo en el que explica de forma sencilla el proceso completo de fabricación, dando además algunos detalles sobre el almacenamiento y logística del Silestone. Aquí os dejamos su enlace para que podáis visionarlo.